miércoles, 8 de abril de 2015

José Martí en Las Américas I

En el marco de la Cumbre de Las Américas y de La Cumbre de Los Pueblos que se celebran en nuestro país en estos momentos, queremos traer, como una antorcha de ideas, a José Martí. El Apóstol de América fue un hombre visionario cuya obra reflexiona con profundidad sobre nociones como: cultura, educación, identidad, geopolítica, gobierno, historia, democracia, progreso, valores, economía, racismo, género, religión, crítica, periodismo, desarrollo, indigenismo, naturaleza, ciencia, filosofía, agricultura, estética, ética, reforma, letras, crisis, entre muchos otros conceptos sobre los cuales profundizó en su complejidad y naturaleza.

La estética de José Martí lleva implícita un universo que lo abrazó todo. Creemos que su propuesta humanista se basaba sobre todo en hacer del ser humano un ente pensante. Saber pensar es para Martí la forma de alcanzar el genio; es una de las virtudes que trascienden al hombre. Saber, conocer y el ejercicio de la crítica eran para el cubano piedras preciosas.

Gracias a la ayuda de Guillermo Castro, un martiano de diamante, Mirada de Nuchu les estará regalando hasta este sábado 11 fragmentos de los pensamientos de José Martí. Esperamos que cada palabra sea miel para su conocimiento.


Cultura, identidad, nuestra América

“Pueblo, y no pueblos, decimos de intento, por no parecernos que hay más que uno del Bravo a la Patagonia. Una ha de ser, pues que lo es, América, aun cuando no quisiera serlo; y los hermanos que pelean, juntos al cabo en una colosal nación espiritual, se amarán luego. Sólo hay en nuestros países una división visible, que cada pueblo, y aun cada hombre, lleva en sí, y es la división en pueblos egoístas de una parte, y de otra generosos. Pero así como de la amalgama de los dos elementos surge, triunfante y agigantado casi siempre, el ser humano bueno y cuerdo, así, para asombro de las edades y hogar amable de los hombres, de la fusión útil en que lo egoísta templa lo ilusorio surgirá en el porvenir de la América, aunque no la divisen los ojos débiles, la nación latina; ya no conquistadora, como en Roma, sino hospitalaria.

Martí, José. 1975, VIII, 318 - 319: “Libros de hispanoamericanos y ligeras consideraciones”. La América, Nueva York, junio de 1884.

Cultura, identidad, geopolítica

“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.”
Martí, José. 1975, VI, 15: “Nuestra América”. El Partido Liberal, México, 30 de enero de 1891.

Cultura, identidad, historia

“En pueblos compuestos de elementos cultos e incultos, los incultos gobernarán, por su hábito de agredir y resolver las dudas con su mano, allí donde los cultos no aprendan el arte del gobierno. La masa inculta es perezosa, y tímida en las cosas de la inteligencia, y quiere que la gobiernen bien; pero si el gobierno le lastima, se lo sacude y gobierna ella. ¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América? A adivinar salen los jóvenes al mundo, con antiparras yanquis o francesas, y aspiran a dirigir un pueblo que no conocen. En la carrera de la política habría de negarse la entrada a los que desconocen los rudimentos de la política. El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del país en que se vive. En el periódico, en la cátedra, en la academia, debe llevarse adelante el estudio de los factores reales del país. Conocerlos basta, sin vendas ni ambages; porque el que pone de lado, por voluntad u olvido, una parte de la verdad, cae a la larga por la verdad que le faltó, que crece en la negligencia, y derriba lo que se levanta sin ella".
Martí, José. 1975, VI, 18: “Nuestra América”. El Partido Liberal, México, 30 de enero de 1891.


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