sábado, 17 de junio de 2023

La línea del destino de Alexander Bermúdez

  Carlos Fong

La línea del destino es el primer libro de cuentos de Alexander Jair Bermúdez, con el que mereció el Premio Nacional de Cuento José María Sánchez 2021. Con un puñado de siete cuentos, Bermúdez logra elaborar una propuesta que dialoga con una realidad compleja y enigmática por medio de personajes que atraviesan situaciones contradictorias.


 En el cuento que le da título al libro, La línea del destino, nos encontramos con una situación dramática en la cual el personaje se debate con una doble realidad, donde el tiempo parece ser un factor alienante subordinado a la condición existencial del protagonista que intenta escapar de una realidad trágica: “Muevo esa línea temporal porque todo pasa al mismo tiempo, presente, pasado y futuro…”, el narrador protagonista oscila entre varias realidades a través del tiempo.

 En ¿Quién mató a Bartolomé Hamsa?, el relato más largo del libro, Bermúdez, desde la voz del narrador, hace alarde de su habilidad como cronista de boxeo, al mismo tiempo que nos presenta la condición existencial por la que atraviesa el personaje: “Faltando cuarenta segundos para que concluya la ronda, el tercer hombre en el entarimado interviene y coloca sus manos sobre los hombros de Hamsa. El rostro del púgil reacciona presintiendo lo peor (…)”. El cuento culmina con una serie de preguntas que deja con cierta culpa, incluso al lector.

 Con La Habana, sin pecado concebida, Bermúdez nos adentra en el complejo mundo del espionaje, con una acción llena de peligrosa intriga que al final devendrá en una patología psicológica que deja un final inesperado. El relato está lleno de tensión amenazante y se desarrolla en Cuba. “El agente Schmidt lleva una nanomemoria en su dedo índice en la que está archivada toda la data de una investigación de más de dos años de seguimiento a empresas pantalla con sede en Panamá, que el régimen utiliza para mover fondos y capear el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos”.

 El jabón es un mini cuento de apenas 135 palabras que, en dos párrafos, retrata un escenario erótico cuyo clímax se intensifica de manera espontánea, creando personajes que buscan la liberación del tedio rutinario desde el sexo. Los personajes, cómplices de una tarde llena de relaciones sexuales casi descarriadas, finalmente deciden bañarse juntos un espacio muy pequeño, pero el destino los lleva a olvidarse de la rutina para darle rienda suelta al amor. El cuento logra matizar una escena erótica e insinuante, donde las identidades de los personajes no hacen falta.

 En Primera plana, Julio y Manuel son dos personajes que recrean peripecias para lograr una escena y poder obtener la primera plana en un medio de comunicación; seguramente un tabloide amarillista sensacionalista que busca tener una audiencia cautiva a costa del morbo, porque, dice el narrador: “Ya a nadie sorprendía una gallina con tres patas o un niño intoxicado accidentalmente”.

 Es un cuento que denuncia la falta de ética de algunos periodistas de crónicas, que se valen de cualquier cosa para alterar de forma hiperbólica la realidad para crear lo que hoy día es un fake new: “Siempre resultaba difícil lograr el ángulo preciso para maquillar bien el montaje y hacerlo verosímil, y aquel balance era cada vez más esquivo en cada nueva representación”. Hasta que un día las cosas no salen bien para uno de los personajes que es víctima de su propia falsa realidad.

 Los amigos de Luis es la una historia perturbadora de una mujer de “rostro hermoso y frágil” que acaba de perder a su marido. Estamos frente a un caso de acoso desde los abusos del poder arbitrario. Estos hombres misteriosos son los que han asesinado al esposo de la mujer, que ahora es rodeada por ellos y le ofrecen cuidarla, darle todo lo que necesita y amarla en lugar de su difunto esposo. La belleza de la mujer los ha llevado a cometer el crimen. “Divina, al mirarlos, tuvo la certidumbre de que un acontecimiento ya esperado se concretaba delante de ella”. Lo más perturbador e inquietante del relato es que la mujer se doblega ante ellos por una especie de oportunismo macabro.

 El cuento que cierra el libro se llama Una mañana en Las tres Marías. Es una historia que retrata cómo los medios de comunicación se aprovechan de la miseria humana para ganar rating. Un equipo de producción llega a una comunidad vulnerable para llevar muchos regalos a una familia. Pero, ¿no le emocionan todos estos regalos? ¿Cómo va a ser su vida de ahora en adelante?, pregunta una periodista. “Creo que mejor, pero igual de pobre”, es la respuesta de un miembro de la familia.

 El final del cuento es contundente: “La casa ahora estaba llena de objetos, inimaginables para todos. Algunos, ni siquiera sabían cómo funcionaban, pero tenían la esperanza de aprender a usarlos una vez llegase la luz eléctrica al pueblo”. Con La línea del destino, su primer libro, Alexander Bermúdez logra pasar su primer round en la literatura panameña.

La Prensa, 17 de junio de 2023


Alexander Jair Bermúdez


Alexander Bermúdez

Alexander J. Bermúdez nace en la ciudad de Panamá, el 6 de noviembre de 1972. Estudió periodismo en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá entre los años 1992 y 1996. Fue parte de una de las más sobresalientes generaciones de periodistas formada en dicha facultad. En 1995 fue escogido como Representante Estudiantil suplente de su facultad ante el Consejo General Universitario, máximo organismo rector de esa casa de estudios superiores.

En 1995, obtiene mención honorífica el Premio de Cuento Darío Herrera, convocado por la Universidad de Panamá para estimular la producción literaria entre su estudiantado. Desde el segundo semestre de la carrera de periodismo comenzó a ejercer en medios de comunicación la profesión que había iniciado a estudiar, dando señales de un notable talento. En 1995, durante su práctica profesional en el diario La Prensa, recibe la oportunidad de formar parte de los colaboradores permanentes de la Unidad Investigativa, la cual era dirigida por el también escritor y periodista, Herasto Reyes.

En diciembre de ese mismo año recibe de parte de Jhonny Duque Mcnamara una oportunidad laboral para formar parte de un nuevo proyecto editorial que se llamó El Universal de Panamá, en el que fue inicialmente contratado para conformar una Unidad Investigativa en dicho nuevo diario y, más tarde, se le abrirían una serie de posibilidades que le permitieron aprender todas las áreas editoriales de un medio de comunicación impreso.

En 1997 crea y dirige la primera sección cultural del diario: la sección dominical Ventana al Universo, con la que comienza a darle cobertura al interesante movimiento cultural que se gestó en Panamá durante las postrimerías de la década del 90 y a la vez, permitiendo a los lectores acceder a información variada y relevante del arte y la cultura universal.

En 1998, la dirección del medio accede a la creación de una separata cultural de edición dominical que se llamó Tragaluz, de la que fue su primer editor durante la época dorada de dicha publicación y del periodismo cultural, en general.

A este esfuerzo editorial se sumó un grupo de escritores que se convirtieron en sus principales colaboradores ad honoren, brillantes plumas de la época, entre los que destacan Juan Antonio Gómez, Felix Armando Quirós Tejeira, Luis Fuentes Montenegro, José Carr, Manuel Orestes Nieto, Pedro Rivera y muchos otros. En pocos números, dicha publicación se convirtió en un referente artístico y en un espacio de fomento y homenaje al artista nacional, que otras publicaciones similares de la época negaban.

Su inesperada salida de Tragaluz marcó un cisma a lo interno del mundillo cultural local e inició el declive del semanario, que poco a poco fue perdiendo relevancia y el sitial que había ganado en sus primeros 30 números.

Durante ese mismo periodo fue escogido por la UNESCO para representar en un libro patrocinado por la ONU un artículo que describiera las Prácticas Ejemplarizantes de Cultura de Paz en Panamá, entre una decena de profesionales de la pluma y catedráticos universitarios.

En 1999 comienza a ejercer el periodismo fuera de las fronteras de su país, siendo el primer corresponsal de la revista centroamericana Estrategia & Negocios, en la que inició su periodo de vida profesional ligada a la cobertura de hechos financieros, económicos y comerciales. Durante esa etapa, última de su carrera como periodista, fue corresponsal o reportero de publicaciones como Terra.com, Capital Financiero, Martes Financiero e Inforpress, con sede en Guatemala.

En el 2003 funda la agencia de comunicaciones Enlace: Prensa & Comunicación, en la que se ha desenvuelto como gerente general, desde entonces. En esta empresa ha sido copywriter de cientos de sitios web, publicaciones comerciales, anuncios publicitarios y campañas masivas de marketing digital.

En 2021, su libro, La línea del destino, resulta premiado por el jurado del Concurso Nacional de Cuento José María Sánchez, entre 18 obras participantes El libro fue escogido de forma unánime, por su estructura narrativa.

La línea del destino es su primer libro de literatura


sábado, 10 de junio de 2023

El derecho a leer en primera infancia

Hay algo esencial que debe ser abordado y aprovechado en los primeros años de la vida de un niño que es tan importante como otras cosas a las que también tiene derecho. Es el universo de la literatura infantil.

La lectura de cuentos y poesía en la primera infancia, aparte de ser un derecho, es una de las formas de felicidad que deja una huella en la vida de los niños.

Tal vez no hay nada más tierno y significativo como leer un cuento a un niño. Es tan sustancial como la nutrición que le da salud al cuerpo. Es tan importante como el juego que también aporta felicidad, imaginación, gozo e ilusión a la vida cotidiana en la infancia. Está demostrado que las emociones que descubre el niño a la hora de jugar lo ayudan a responder emocionalmente con creatividad frente a distintas situaciones de la realidad.

De la misma forma, la lectura es una experiencia lúdica que lleva al niño a responder desde la imaginación y a comprender el mundo que lo rodea. La influencia positiva que la lectura ejerce sobre la subjetividad del niño lo prepara para socializar de forma natural y lo blinda emocionalmente.

Es importante que el padre de familia entienda que la lectura de cuentos y poesía en los primeros años no solo es vital para acercar al niño a nuevos aprendizajes, sino que es la base para el desarrollo personal y la configuración del mundo que lo rodea.

Un “había una vez…” es una puerta que se abre y le permite al niño relacionarse con el mundo, le deja mirar la complejidad de la vida, porque la literatura infantil no solo transmite conocimientos, sino que favorece la construcción de la subjetividad para tener una idea más diversa de las cosas, al mismo tiempo que lo prepara para ser ciudadano.

Sin embargo, en la familia, que es el espacio indispensable para incentivar la lectura en los años iniciales, muchas veces, por condiciones de desventaja económica, no hay libros de literatura. Esta carencia, en particular, dentro de la familia, constituye algo que a veces perjudica el desempeño del desarrollo infantil.

Los primeros mediadores de lectura en la vida de los niños son sus padres y si ellos no tienen cómo comprar un buen libro, le están mutilando uno de los principales derechos a sus hijos y, además, impide un encuentro necesario para el desarrollo del pensamiento creativo y el imaginario infantil. 

Es verdad que en muchas familias de bajos recursos los padres pueden comprar al menos un libro, pero prefieren gastar el dinero en otras cosas que no representan el mejor ejemplo para estimular el pensamiento.

Esto es una realidad de nuestro país. Pero tampoco existen políticas de cultura desde la lectura que atiendan a la primera infancia y que sirvan para sensibilizar a las familias en sus comunidades sobre la importancia de la cultura del libro.

¿Cómo propiciar un encuentro con la lectura y la familia? Más allá del momento escolar que aguarda al niño, ¿qué se puede hacer para que la familia participe en los procesos democráticos de la lectura? ¿Qué espacios se pueden construir y preparar para darle el derecho de leer a los niños. 

En el escenario político que ya podemos ver que viene con discursos que se edifican con palabras clave como educación, pobreza, salud, etc., es vital que le reclamemos a los candidatos el compromiso de gestionar recursos para proyectos y programas de acercamiento a la lectura destinados a la primera infancia.

La apropiación de la lectura como un derecho, como práctica sociocultural y funcional, significa que los niños tienen derecho a la cultura de la lectura desde el hogar, desde sus bibliotecas públicas y escolares, y cualquier otro espacio como las ludotecas o bebetecas, que no existen en Panamá, y programas que dejan huellas indelebles en los niños.

Programas de acercamiento a la lectura desde la primera infancia que se puedan medir y darle seguimiento, y que no sean destruidos por la mano política solo porque no fueron creados por ellos.

Existen los informes, estudios, leyes e investigaciones pertinentes que solo hay que consultar para saber edificar un país pensado también para los niños. Se ha escrito demasiado, pero se ha construido poco. 

Hay referentes exitosos de otros países sobre el trabajo con la primera infancia. Hay organizaciones y asociaciones culturales en el país dedicadas a la niñez y la cultura con personas capaces de aportar el conocimiento que permita tener una ruta y un mapa que favorezca el ambiente sano para los niños.

No podemos seguir diciendo que Panamá es un país desarrollado cuando tiene bibliotecas públicas y escolares empobrecidas, cuando no hay programas para la población más desfavorecida que no puede ir a una feria de libros o a la librería.

La Prensa, 10 de junio de 2023

A los 20 años de Redplanes

La Red Iberoamericana de Responsables de Políticas y Planes de Lectura - Redplanes, cumplió 20 años. Redplanes es una red conformada por los...