Carlos Fong
La línea del destino es el
primer libro de cuentos de Alexander Jair Bermúdez, con el que mereció el Premio Nacional de Cuento José María
Sánchez 2021. Con un puñado de siete cuentos, Bermúdez logra elaborar una
propuesta que dialoga con una realidad compleja y enigmática por medio de
personajes que atraviesan situaciones contradictorias.
En el cuento que le da título al libro, La línea del destino, nos encontramos con una situación dramática
en la cual el personaje se debate con una doble realidad, donde el tiempo
parece ser un factor alienante subordinado a la condición existencial del
protagonista que intenta escapar de una realidad trágica: “Muevo esa línea
temporal porque todo pasa al mismo tiempo, presente, pasado y futuro…”, el
narrador protagonista oscila entre varias realidades a través del tiempo.
En ¿Quién mató a Bartolomé Hamsa?,
el relato más largo del libro, Bermúdez, desde la voz del narrador, hace alarde
de su habilidad como cronista de boxeo, al mismo tiempo que nos presenta la
condición existencial por la que atraviesa el personaje: “Faltando cuarenta
segundos para que concluya la ronda, el tercer hombre en el entarimado
interviene y coloca sus manos sobre los hombros de Hamsa. El rostro del púgil
reacciona presintiendo lo peor (…)”. El cuento culmina con una serie de
preguntas que deja con cierta culpa, incluso al lector.
Con La Habana, sin pecado
concebida, Bermúdez nos adentra en el complejo mundo del espionaje, con una
acción llena de peligrosa intriga que al final devendrá en una patología
psicológica que deja un final inesperado. El relato está lleno de tensión
amenazante y se desarrolla en Cuba. “El agente Schmidt lleva una nanomemoria en
su dedo índice en la que está archivada toda la data de una investigación de
más de dos años de seguimiento a empresas pantalla con sede en Panamá, que el
régimen utiliza para mover fondos y capear el bloqueo económico impuesto por
Estados Unidos”.
El jabón es un mini cuento de
apenas 135 palabras que, en dos párrafos, retrata un escenario erótico cuyo
clímax se intensifica de manera espontánea, creando personajes que buscan la
liberación del tedio rutinario desde el sexo. Los personajes, cómplices de una
tarde llena de relaciones sexuales casi descarriadas, finalmente deciden
bañarse juntos un espacio muy pequeño, pero el destino los lleva a olvidarse de
la rutina para darle rienda suelta al amor. El cuento logra matizar una escena
erótica e insinuante, donde las identidades de los personajes no hacen falta.
En Primera plana, Julio y
Manuel son dos personajes que recrean peripecias para lograr una escena y poder
obtener la primera plana en un medio de comunicación; seguramente un tabloide
amarillista sensacionalista que busca tener una audiencia cautiva a costa del
morbo, porque, dice el narrador: “Ya a nadie sorprendía una gallina con tres
patas o un niño intoxicado accidentalmente”.
Es un cuento que denuncia la falta de ética de algunos periodistas de
crónicas, que se valen de cualquier cosa para alterar de forma hiperbólica la
realidad para crear lo que hoy día es un fake new: “Siempre resultaba difícil
lograr el ángulo preciso para maquillar bien el montaje y hacerlo verosímil, y
aquel balance era cada vez más esquivo en cada nueva representación”. Hasta que
un día las cosas no salen bien para uno de los personajes que es víctima de su
propia falsa realidad.
Los amigos de Luis es la una
historia perturbadora de una mujer de “rostro hermoso y frágil” que acaba de
perder a su marido. Estamos frente a un caso de acoso desde los abusos del
poder arbitrario. Estos hombres misteriosos son los que han asesinado al esposo
de la mujer, que ahora es rodeada por ellos y le ofrecen cuidarla, darle todo
lo que necesita y amarla en lugar de su difunto esposo. La belleza de la mujer
los ha llevado a cometer el crimen. “Divina, al mirarlos, tuvo la certidumbre
de que un acontecimiento ya esperado se concretaba delante de ella”. Lo más
perturbador e inquietante del relato es que la mujer se doblega ante ellos por
una especie de oportunismo macabro.
El cuento que cierra el libro se llama Una mañana en Las tres Marías. Es una historia que retrata cómo los
medios de comunicación se aprovechan de la miseria humana para ganar rating. Un
equipo de producción llega a una comunidad vulnerable para llevar muchos
regalos a una familia. Pero, ¿no le emocionan todos estos regalos? ¿Cómo va a
ser su vida de ahora en adelante?, pregunta una periodista. “Creo que mejor,
pero igual de pobre”, es la respuesta de un miembro de la familia.
El final del
cuento es contundente: “La casa ahora estaba llena de objetos, inimaginables
para todos. Algunos, ni siquiera sabían cómo funcionaban, pero tenían la
esperanza de aprender a usarlos una vez llegase la luz eléctrica al pueblo”.
Con La línea del destino, su primer
libro, Alexander Bermúdez logra pasar su primer round en la literatura
panameña.
La Prensa, 17 de
junio de 2023
Alexander Jair Bermúdez
Alexander J. Bermúdez nace en la
ciudad de Panamá, el 6 de noviembre de 1972. Estudió periodismo en la Facultad
de Comunicación Social de la Universidad de Panamá entre los años 1992 y 1996.
Fue parte de una de las más sobresalientes generaciones de periodistas formada
en dicha facultad. En 1995 fue escogido como Representante Estudiantil suplente
de su facultad ante el Consejo General Universitario, máximo organismo rector
de esa casa de estudios superiores.
En 1995, obtiene mención
honorífica el Premio de Cuento Darío Herrera, convocado por la Universidad de
Panamá para estimular la producción literaria entre su estudiantado. Desde el
segundo semestre de la carrera de periodismo comenzó a ejercer en medios de comunicación
la profesión que había iniciado a estudiar, dando señales de un notable
talento. En 1995, durante su práctica profesional en el diario La Prensa,
recibe la oportunidad de formar parte de los colaboradores permanentes de la
Unidad Investigativa, la cual era dirigida por el también escritor y
periodista, Herasto Reyes.
En diciembre de ese mismo año
recibe de parte de Jhonny Duque Mcnamara una oportunidad laboral para formar
parte de un nuevo proyecto editorial que se llamó El Universal de Panamá, en el
que fue inicialmente contratado para conformar una Unidad Investigativa en
dicho nuevo diario y, más tarde, se le abrirían una serie de posibilidades que
le permitieron aprender todas las áreas editoriales de un medio de comunicación
impreso.
En 1997 crea y dirige la primera
sección cultural del diario: la sección dominical Ventana al Universo, con la
que comienza a darle cobertura al interesante movimiento cultural que se gestó en
Panamá durante las postrimerías de la década del 90 y a la vez, permitiendo a
los lectores acceder a información variada y relevante del arte y la cultura
universal.
En 1998, la dirección del medio
accede a la creación de una separata cultural de edición dominical que se llamó
Tragaluz, de la que fue su primer editor durante la época dorada de dicha
publicación y del periodismo cultural, en general.
A este esfuerzo editorial se sumó
un grupo de escritores que se convirtieron en sus principales colaboradores ad
honoren, brillantes plumas de la época, entre los que destacan Juan Antonio Gómez,
Felix Armando Quirós Tejeira, Luis Fuentes Montenegro, José Carr, Manuel
Orestes Nieto, Pedro Rivera y muchos otros. En pocos números, dicha publicación
se convirtió en un referente artístico y en un espacio de fomento y homenaje al
artista nacional, que otras publicaciones similares de la época negaban.
Su inesperada salida de Tragaluz
marcó un cisma a lo interno del mundillo cultural local e inició el declive del
semanario, que poco a poco fue perdiendo relevancia y el sitial que había
ganado en sus primeros 30 números.
Durante ese mismo periodo fue
escogido por la UNESCO para representar en un libro patrocinado por la ONU un
artículo que describiera las Prácticas Ejemplarizantes de Cultura de Paz en
Panamá, entre una decena de profesionales de la pluma y catedráticos
universitarios.
En 1999 comienza a ejercer el
periodismo fuera de las fronteras de su país, siendo el primer corresponsal de
la revista centroamericana Estrategia & Negocios, en la que inició su
periodo de vida profesional ligada a la cobertura de hechos financieros,
económicos y comerciales. Durante esa etapa, última de su carrera como
periodista, fue corresponsal o reportero de publicaciones como Terra.com,
Capital Financiero, Martes Financiero e Inforpress, con sede en Guatemala.
En el 2003 funda la agencia de
comunicaciones Enlace: Prensa & Comunicación, en la que se ha desenvuelto
como gerente general, desde entonces. En esta empresa ha sido copywriter de cientos
de sitios web, publicaciones comerciales, anuncios publicitarios y campañas
masivas de marketing digital.
En 2021, su libro, La línea del destino, resulta premiado
por el jurado del Concurso Nacional de Cuento José María Sánchez, entre 18
obras participantes El libro fue escogido de forma unánime, por su estructura
narrativa.
La línea del destino es su primer libro de literatura
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