Con este esclarecedor texto histórico del poeta guna Arysteides Turpana, que provoca la reflexión y el pensamiento crítico, queremos en Mirada de nuchu también celebrar los 90 años de la revolución guna. La nación dule es un ejemplo de un pueblo luchador y en busca de su autodeterminación. Hoy, cuando otros pueblos originarios como los Ngäbe Bugle, que son amenazados por los ambiciosos proyectos mineros, los 90 años de esta revolución deben servir para que meditemos y seamos solidarios con nuestros indígenas. El texto de Turpana lo tomamos del blog de Gubiler y fue publicado en el 2011, pero tiene una vigencia por su lucidez, fortalecido con citas históricas que nos hacen reflexionar sobre la actual circunstancia existencial en un país poco tolerante y lleno de prejuicios raciales.
CF
LA REVOLUCIÓN DE LOS
GUNASDULEMAR (*) DE 1925
Por Arysteides Turpana
Arysteides Turpana |
El nacimiento de la república de
Panamá, hecho acaecido el 3 de noviembre de 1903, seccionó Dule Nega (la patria
de lo Gunasdulemar, apodados “Kunas o Cunas”) y produjo como
corolario histórico a los hoy “dule colombianos” y “dule panameños”
ya que una porción de Dule Nega quedó en posesión de Colombia y la
otra porción, Kuna Yala, es tierra del Estado Nacional de Panamá.
Así como la invasión española de 1492
impulsó a los americanos raizales a mantener una guerra permanente,
esta independencia, la de Panamá, trajo consigo también sus propias
provocaciones. El
colonialismo interno o la política indigenista panameña no escatimó esfuerzos en tratar
de “civilizar y cristianizar a los“bárbaros Gunasdulemar.
Esta mentalidad racista, proclive a florecer en el alma del etnoladinopanameño,
la podemos ilustrar con las palabras de Ramón
Valdés, un preclaro hombre de la época: “La Asamblea Nacional, en la ley 59
de 1908, estableció con bastante acierto el plan que se ha de realizar para
reducir a la vida civilizada las tribus salvajes de indígenas que existen en el
país. Las más numerosas de esas tribus son las de la raza cuna que habitan en
las costas llamadas de San Blas…”.
A fin de cumplir con su programa indigenista el
gobierno etnoladinopanameño creó la Policía Colonial, que posteriormente
fue reforzada con un grupo de jóvenes Gunasdulemar, educados e instruidos en la
metrópoli. Uno de esos jóvenes fue Claudio Iglesias. Había culminado sus
estudios en la Escuela de Artes y Oficios, con el flamante título de ebanista.
Habiendo sido nombrado en el Cuerpo de la Policía Colonial empezó a atacar con
más furor su cultura materna. El colonialismo interno empezó a
mostrar sus primero frutos y, sus primeros frutos habían sido creados a imagen
y semejanza de los etnoladinopanameños. Esta fue una de las
épocas en que la cultura Dule sintió con más violencia el
azote y la persecución por parte del colonialismo interno y de sus
representantes: los Naggar Sidsigan (La Policía Colonial).
En 1921, se fundó en la isla de Yanndup
la Sociedad de Jóvenes Indígenas, cuyo primer presidente fue
Claudio Iglesias, y Estanislao López, su secretario. Los integrantes de
esta sociedad de Yanndup se caracterizaron por su mórbida
patriotería ladinopanameña. En realidad, estos jóvenes habían sido
desnaturalizados y envenenados, de tal forma que resultaron ser más “civilizados” que
los“civilizados”: odiaban y detestaban su cultura
materna y la cultura de sus ancestros. Ellos eran: Máscara ladina y piel de
cobre.
El 2 de abril de 1921, André Mojica, un
etnoladinopanameño, gobernador de San Blas –hoy Kuna Yala- emitió
una nota al Dr. Belisario Porras, presidente de la República, en la que le
decía textualmente: “Grato me es informar a usted que, de acuerdo con la
labor incesante de civilización y progreso que se incita en esta región, se ha
llevado a efecto del modo más armonioso y correcto la extirpación
total del uso de los alzamuros (narigueras) y guines ( chaquiras) en el sexo
femenino de las tribus de Narganá y Corazón de Jesús, conforme a los
deseos de Usted.(…) El desuso de esta costumbre constituye ya en dichas
tribus un verdadero paso de adelanto que da la civilización de
indígenas en esta región y nos hace creer que así como abandonaron estas
costumbres, acogerán las nuestras en no lejanos días y cambiarán de modo de
vivir por completo. Firmado: Andrés Mojica, Intendente de San Blas.
Estando en Yanndup, una señora
originaria de Uwargandup fue víctima de una estas actividades “civilizatorias”. Sin
embargo, la señora logró escapar y volver a su pueblo natal. En la noche, una
tropa de la Policía Colonial integrada por Miguel Gordon H, Benigno Ospina,
Agustín González, Domingo Sanguillén y Claudio Iglesias, zarpó hacia aquel
pueblo con la intención de apresar a la señora y reducirla a la “civilización”,
pero antes, el cuerpo represivo encerró en la cárcel de Yanndup a su hija, a su
yerno y a su hijo. Era costumbre de la Policía Colonial Panameña apresar a las mujeres
para violarlas en la cárcel, sin pudor alguno frente a sus
esposos y padres.
Los Uwargandupenses se
aprestaron para la lucha contra la gendarmería, quienes, en efecto, llegaron a
dicha islilla, cual vulpejas, al amparo de la noche, el 20 de abril de 1921. En
la refriega murió Claudio Iglesias. A partir de ese encontronazo, la situación
en el País Dule se hizo más insegura, tensa y hostil.
Después del incidente de Uwargandup, el
colonialismo interno atacó con más violencia y la inseguridad fue mayor. Mucha
gente de Akwa Nusadup, Yanndup y de Uwargandup, empezaron a salir de allí y se
fueron a vivir a las costas, lejos de los ruidos marciales. De esta forma,
fueron ocupadas las tierras de Aidirgandii, Ukubba, Irgandii, Mayungandii…
Cuando ello empezó a ocurrir, el señor Ramón Garrido, Jefe del primer
Destacamento, el 11 de mayo de 1921, le escribió la siguiente nota al
Intendente: “Informo a usted que la mayor parte de los habitantes del pueblo
de Corazón de Jesús ( Akwa Nusadup) se han mudado para un
lugar de la costa en tierra firme, denomido (sic) Mayugandi.
Espero que Usted me ordene que (sic) debo hacer al respecto”. Andrés
Mojica le respondió: “Sírvase llamar a Charles Robinson (un
kuna y colaborador del Estado Nacional de Panamá) a su Despacho, y
manifestarle que debe procurar impedir que los habitantes del pueblo de Corazón
de Jesús continúen saliendo de la población, y que haga causa común
con el gobierno de ser eficaz y efectiva”.
Los abusos de los Naggar
Sidsigan cada vez eran más insolentes. Así fue cómo aparecieron las
cárceles y los clubes. Los discos y las victrolas llenaron con sus
ecos el cielo silencioso del País Dule. En las noches, las caracolas de la
Policía Colonial anunciaban que había llegado la hora del baile y, los milicos
iban de casa en casa, a sacar a las mujeres para llevárselas al
Club. A las que se oponían, se las encarcelaba, se les
multaba y eran violadas, por oponerse a la “civilización”. Por
otra parte, a los varones que se resistían igualmente a que sus
parientes de sexo femenino fuesen al Club, eran maltratados a toletazos,
encarcelados, multados y obligados a realizar trabajos forzados: había que
bailar el fox-trot, el Charleston, el Onestep. El asunto estaba tan grave que
hasta el sagla Inatoyginya, que era otro colaborador , también
fue víctima del colonialismo interno: “ El Ságuila Inatoiquiña,
de Tupile, se ha presentado a este Despacho a quejarse de la conducta irregular
que con respecto a él y a los indios que están bajo su mando, observa el Jefe
del Destacamento de la Policía Colonial en ese lugar, señor Miguel Gordon,
quien, según el mencionado Ságuila, maltrata a los indios, los arresta sin
motivo justificativo, y hasta ha llegado a amenazar de muerte a Inatoiquiña ,
según aseveración de los indígenas Adolfo y Olo Gailipe ”.
He aquí otra nota del mismo tenor
fechada el 22 de enero de 1923 y dirigida al señor Ubaldo Barría, Secretario
Encargado de la Intendencia y firmada por Miguel Gordon, Encargado del 3er.
Destacamento: “Bajo custodia de el Agente Ismael Mojica, remito a usted
en calidad de detenidos para que cumplan la pena de (29) veintinueve días de
arresto en trabajos forzados los indígenas Cusdoro y Paloviquiña. Estos
indígenas son dos viejos reacios a todo lo que es civilización, (…) Revisando
el libro de filiaciones o “Cuadro de Calificación” que
se lleva en esta Oficina, he visto que estos indios siempre han figurado como
cabeza de los motines armados de escopetas y contra las autoridades. Espero que
Usted le dé un buen castigo y como son buenos hacheros los utilice en los
trabajos de la ESTRELLA DE COTO. Con mi mayor consideración soy de usted su
atento servidor y subalterno Miguel Gordon H, Encargado
del Destacamento.
Rosa Luxemburgo dijo que a la violencia
reaccionaria había que responderle con la violencia revolucionaria, y así fue
cómo el 21 de febrero de 1925, el País Dule declaró su independencia. Sin
embargo, los historiadores etnoladinopanameños, muchos de ellos catedráticos
universitarios, han querido consagrar una mentira y han dicho que
este estallido fue una intervención yanqui. Escuchemos a uno de ellos, que
desviadamente afirma: “A juicio de algunos autores panameños, el
levantamiento de los indios kuna de San Blas, guiados por el norteamericano
Richard O. Marsh, intentando crear una “república” bajo el protectorado de los
Estados Unidos, fue otra de las formas intervencionistas en nuestro país,
ocurrida en febrero de 1925. Tal fue la llamada República de Tule, cuyo creador
e instigador escapó a la justicia panameña amparado por el barco de guerra de
los Estados Unidos” (Chong: 1980)
Como vamos viendo, la Policía
Colonial Panameña practicaba todo tipo de desmanes. Llegaba la Policía
y cometía toda clase de desafueros. Las escopetas de cacería eran
requisadas y a las autoridades tradicionales se les quitaba el mando
de los poblados. La gente estaba obligada a trabajar sin remuneración en la
construcción de los clubes y de las cárceles. Sin embargo, fueron los mismos
construcctores sus primeros “huéspedes”. Allí no había derecho a la
protesta. Las multas resultaban ser onerosas, por esos a los presidiaros con
harta frecuencia se les incautaba sus bienes. Amén de ello, se le prohibió a la
gente a visitar a sus amigos y parientes de otros pueblos sin el consentimiento
de la Policía Colonial, tal como se confirma en la carta de 11 de mayo de 1921.
Cuando a Gaygirgordup se le bautizó con
el nombre de El Porvenir y se le declaró capital de Kuna Yala, llegó el
gobernador etnoladinopanameño e impuso nuevos sistemas de impuestos. Todos los
pescadores de tortuga tuvieron que pagar un gravamen. El gobernador creó una
cadena de tiendas de ultramarinos donde se vendía licor. Al mismo
tiempo, se le obligó a la gente a vender sus cocos y los caparazones de tortugas a
las autoridades coloniales, que pagaban un precio menor en comparación con los
que liquidaban otros comerciantes.
El gobierno panameño vendió también las
tierras de los Dules a los estadounidense, quienes introdujeron como mano
operaria a los presos y los criminales etnoladinos. Los
cultivos de los Gunasdulemar fueron arrasados en pro de los
extranjeros a manos de los etnoladinopanameños. Los asaltos y las violaciones
crecieron.
Por el Este, aparecieron unos
caucheros. Robaban los cayucos y saqueaban las siembras y derribaban los
árboles frutales. Estos caucheros le pagaban un tributo al gobernador
etnoladino panameño.
Este escenario histórico le sirvió de
marco de crecimiento a la figura magnánima de Nele Kantule, sagla de Usdup. El
12 de febrero de 1925, el Congreso de los Dulemar firmó la Declaración
de independencia y Derechos Humanos del Pueblo Tule de San Blas y de
Darién; sin embargo, no fue sino hasta el 22 de febrero, cuando se dio
el golpe. Era un Domingo de Carnaval, según el calendario occidental.
Cuando los revolucionarios fueron a la
guerra, iban instruidos en dos aspectos fundamentales.
1: Ejecutar a todos los etnoladinos,
civiles y militares.
2: Apresar a los policías indígenas y
colaboradores y respetar sus vidas.
Los Gunasdulemar esperaron la fiesta
báquica de los etnoladinos, los Carnavales, para dar el golpe de una forma
certera e inteligente. El Estado Nacional de Panamá tenía avasallada una gran
parte del País Dule. Sus dominios se extendían desde Gaygirgordup hasta Dad Naggwe
Dupbir. Los destacamentos de la Policía Colonial estaban ubicados en
Gaygirgordup, Yanndup y Dupbir. Sin embargo, existían pequeños
cuarteles en Mammardup, Uwargandup, Akua Nusadup, Digir, Niadup y
Ukub Seni.
El 22 de febrero de 1925, se dio el
golpe. En la isla de Digir, al entrar uno de los policías al Club fue apresado
por los revolucionarios y luego ahorcado. El policía nativo fue golpeado.
Después de este hecho, las mujeres volvieron a usar de nuevo la vestimenta
tradicional tal como lo hacen hoy en dicha población, en tanto que en Niadup,
el policía etnoladinopanameño había escuchado ciertos rumores acerca
de la Revolución, por eso, en la tarde cuando vio un cayuco acercarse, se
retiró a una de las islas vecinas en compañía de dos policías Gunasdulemar.
Desde su guarida dispararon contra el cayuco, el cual se vio obligado a
retornar a Digir: era un grupo de civiles oriundo de allí mismo, de Niadup, que
había presenciado el acontecimiento de Digir. Cuando los Naggar
Sidsigan regresaron a Niadup, encontraron que los
revolucionarios se habían apoderado del cuartel. Los insurrectos les
quitaron la vida. En otra zona de la Comarca, en Ailigandii, de
madrugada, zarparon cien cayucos con el propósito de invadir Dad
Naggwe Dupbir. Ello no se logró. Entonces, los revolucionarios se enrumbaron a
Ukub Seni. Aquí apresaron a dos agentes. En horas de la mañana, Miguel H.
Gordon, Jefe del Tercer Destacamento, desde Dupbir despachó una comitiva para
saber cómo se desarrolla el Carnaval de Ukub Seni. La comitiva estaba formada
por dos etnoladinos y un latino: un comerciante español. Al irse acercando el
navío, los libertarios dispararon sobre los tres extraños, quienes murieron en
el acto. Entre tanto en Yanndup, una persona pasó todo el día buscando
solidaridad en el pueblo. No consiguió adeptos. Sin embargo, cuando se supo que
la Revolución había estallado, los progobiernistas salieron en estampida.
El 24 de febrero era Martes de
Carnaval. En la mañana, Miguel H.Gordon llegó a Ukub Seni. Se le capturó y su
vida se extinguió. Entre tanto en Dad Naggue Dupbir, tan pronto como
se supo el destino de Gordon y del resto de la gendarmería, los
nacionalistas procedieron a enviar al cielo a todos los
policías. A la medianoche llegaron los cien cayucos con treinta (30)
prisioneros nativos, que llegaban en calidad de traidores a la patria y a la
raza.
En Yanndup, mientras tanto, Charles
Robinson, el único indio progobiernista que no había podido huir ya que se
había escondido en un anaquel, de noche salió de su encierro y huyó a Santa
Isabel, en la provincia de Colón. En tanto, los policías de Mammardup, al
enterarse de la Revolución, se evaporaron enseguida. Los activistas
detuvieron a cuatros civiles etnoladinopanameños, tres de los cuales
encontraron la muerte y el cuarto se libró del peligro. En la madrugada de ese
día, Estanislao López llegó a Gaygirgordup y contó lo que estaba ocurriendo en
todo el País Dule. Acto seguido se dirigió a la ciudad capital.
El 25 de febrero, Miércoles de Ceniza.
En Yanndup, en la alborada, los últimos comerciantes españoles
huyeron hacia Santa Isabel. Al mediodía, los partisanos tomaron Yanndup e
instalaron un Gobierno Revolucionario. Ese mismo día, en Uwargandup, cuando un
etnoladinopanameño era acribillado, Estaneslao López llegaba a la ciudad de
Panamá con las primeras luces. Hizo entrega de una nota al Intendente,
que se encontraba en la ciudad. Por esa misiva, Carlos López, Secretario de la
Gobernación, (hoy Ministerio de Gobierno y Justicia) se enteró del suceso.
A últimas horas, los diarios divulgaron la noticia.
Al día siguiente, el 26 de febrero, en
la ciudad de Panamá se improvisó un ejército de cien (100)
etnoladinos, al mando de tres (3) capitanes.
El 27 de febrero, de
madrugada llegó a Ukubba una comisión revolucionaria para detener al
sagla colaborador del Estado Nacional lo mismo que a su hijo,
quienes entregaron su alma al creador, cuando uno de los libertarios los
acribilló. En horas de la tarde, el barco Isla levó anclas
desde Colón para reprimir la “rebelión de los indios”. Su guía
era Estanislao López.
El 28 de febrero a las 8:00 a.m., el
barco Isla, llegó al Golfo de San Blas, donde el destructor
estadounidense Cleveland, alquilado por el gobierno
revolucionario del País Dule a los estadounidenses, le obstruyó el paso.
Durante toda la noche, hasta el 1 de
marzo, hubo negociaciones entre los representes del gobierno panameño y los
revolucionarios.
Finalmente, el 4 de marzo, de aquel
mismo año, se firmó un Convenio de Paz entre el País Dule-hoy Kuna Yala- y el
estado nacional de Panamá.
(*) Cuna o Kuna es el apodo que se le
da al pueblo de los DULE (singular) y DULEMAR (plural), palabra
cuya traducción corresponde a persona, gente, individuo. En cuanto a la
palabra “Cuna” o“Kuna” ,mal escrita
y peor pronunciada, procede de NEG GUNA O NEG GUNAS o
sencillamente GUNA O GUNAS, cuyo significado es “la superficie
terrestre”, por lo tanto, Neg Gunas Dule o Gunas Dule (singular)
y Neg Gunas Dulemar o Gunas Dulemar (plural) no es
ni más ni menos que “el hijo de la mamá tierra” o “los
hijos de mamá tierra” o bien “la persona que vive sobre la
tierra” o su plural o sus traducciones equivalentes;
por lo tanto, Kuna o Cuna, corre pareja para decir: “la diera” y no
la tierra.
N.B: Un policía colonial
etnoladinopanameño llamado Rafael Morales, de una forma curiosa,
unos días antes del estallido de la Revolución, presentó su renuncia
ante el gobierno nacional de Panamá. Este dato puede ser consultado en la
Gaceta Oficial, número 4582. Del 27 de febrero de 1925. ¿Estaba él al tanto de
la Revolución? En cuanto a Marsh, a quien los historiadores etnoladinopanameños
(Moisés Chong, Ricaurte Soler, Alfredo Castillero Calvo y Cía.) señalan como
el “agitador” de la Revolución libertaria de los Dules , la
Gaceta Oficial número 4595, de 17 de marzo de 1925 , en un lenguaje
completamente alambicada dice: “Hay motivos también para presumir que fue el
mismo Marsh quien instigó a los referidos indígenas a sublevarse
contra las autoridades panameñas y a ejecutar los actos de barbarie que
cometieron en personas indefensas y Agentes de la Policía Colonial destacados
en las islas que forman la Circunscripción en referencia”(…) “la investigación
llevada a cabo en la región sublevada no ha podido comprobar legalmente que
R:O:Marsh sea responsable de algún delito común…” Intelligenti
pauca.
BIBLIOGRAFÍA
Araúz, Reina Torres de: “Etnohistoria Cuna”, in Aproximación a la obra de Reina Torres de Araúz INAC, 1983.
Castillero R, Ernesto “Historia de
la extraña República de Tule”, en Biblioteca selecta 1:10
(1946), págs. 17-36.
Castillo, Angélica y Micaela
Méndez: La Revolución de Tule ,1925. Tesis de Licenciatura.
Universidad de Panamá, 1962.
Chardkoff, Richard: “The Cuna
Revolt”, en Américas 22 (1970), págs. 14-21.
Chong M. Moisés: Historia de
Panamá, (Vo. Bachillerato. Según el programa oficial). 2ª., ed., Bogotá:
Editorial Editextos Ltda., 1980.
Falla, Ricardo: Historia kuna,
historia rebelde: la articulación del archipiélago kuna a la nación panameña. Panamá:
Ediciones Centro de Capacitación Social, 1978.
Herrera, Francisco: La
revolución Tule: antecedentes y nuevos aportes. Tesis de licenciatura,
Universidad de Panamá, 1984.
-------“La revolución de Tule y el
papel de la Legación Norteamericana”, en Revista Panameña de
Antropología 3 (1987), págs. 40-56.
Howe, James: Un pueblo que no se arrodillaba, (Panamá, los Estados Unidos y los kunas de San Blas). Guatemala: Irma, 2004.
Howe, James: Un pueblo que no se arrodillaba, (Panamá, los Estados Unidos y los kunas de San Blas). Guatemala: Irma, 2004.
Iguaniginape Kungiler: Olonigdibipilele,
caminante y guerrero de 1925. Panamá: Colectivo de Editores Kunas,
Instituto Cooperativo Interamericano, 1994.
Kam Ríos, Jorge: “La Revolución Tule
de 1925. La República de los hombres”, (En Revista
Lotería, -Órgano de la Lotería Nacional de Beneficencia de Panamá- No.
424, mayo-junio de 199, págs.37-44)
No hay comentarios:
Publicar un comentario