martes, 10 de febrero de 2015

Voces de nuestra literatura

Vida que olvida

Escribir una novela o un cuento es una aventura que el escritor panameño Justo Arroyo conoce muy bien. El genio de Justo Arroyo, su poder de fabulación, la forma como teje y desteje sus historias, la estética de un lenguaje elegido con cuidado,  el discurso narrativo que construye posibilidades,  sus personajes tan cercanos a la realidad y tan lejanos de ella, toda su invención, nos coloca en un momento sublime ante el arte crear ficciones. Justo Arroyo es literatura pura. Leerlo es leer nuestros propios reflejos existenciales. Para saber más de este autor, aquí: 

En esta ocasión Mirada de Nuchu publica un comentario del escritor español,  José María Merino, quien nos regala un profundo comentario de la novela Vida que olvida de nuestro Justo. Con esta iniciativa, Mirada de Nuchu inicia una nueva propuesta para todos los autores nacionales que pensamos deben leerse y releerse.  Queremos publicar reseñas de no más de una cuartilla que nos acerquen a la obra de los escritores nacionales. 

Para los autores, críticos y reseñadores que tengan comentarios con esta extensión (puede ser el fragmento de un estudio) de su obra de parte de otros autores, este blog tambie´es un espacio promover la buena literatura. Nos pueden enviar los textos, portada del libro y una foto al correo: carlosfong27@gmail.com Mirada de Nuchu se reservará el derecho de publicar o no las reseñas.

CF



Vida que olvida, de Justo Arroyo

Justo Arroyo, novelista y
cuentista panameño.
Una novela admirable por su tono, por la voz narrativa, por la concisión expresiva que le da mucha tensión al relato,  por la progresión dramática,  estructurada en breves capítulos, en una división en dos partes que enriquece y potencia el  sentido del conjunto. La evolución personal de Pedro Regalado, su profunda frustración política y de identidad,  la relación con su mundo familiar y la composición de este, todo está magníficamente descrito. Algunos capítulos son memorables, como la llegada de la menstruación a Aminta o la búsqueda de Rosendo por parte de Pedro Regalado para  matarlo, por citar un par de ellos... La segunda parte nos permite, además, conocer una singular relación, con el desvarío de Aminta. Aminta compone con Nicolasa y Martina un trío lleno de  fuerza novelesca, que ofrece sin embargo una resonancia arquetípica. Mas no hay personaje que no tenga interés, porque no se puede olvidar a la fiel y discreta Antonia... La atmósfera, en fin,  está muy bien lograda, mostrando la evolución de Panamá desde finales del siglo XIX hasta los inicios de la Segunda Guerra Mundial. 

José María Merino

Miembro de la Real Academia Española

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