lunes, 4 de noviembre de 2019

Lectura y bibliotecas para el desarrollo sostenible


Carlos Fong

Los días 17 y 18 de octubre de 2019, en la ciudad de Bogotá, Colombia, las autoridades de la cultura de los países Iberoamericanos se reunieron en la XX Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura, como parte de la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, a celebrarse en Andorra en 2020. La cumbre resaltó el compromiso de los países Iberoamericanos con la Agenda 2030. Es menester recordar que dicha agenda plantea 17 objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.

Las autoridades iniciaron reconociendo que para el cumplimiento de la Agenda 2030 y la consecución de sus metas, es importante desarrollar políticas de fomento para industrias culturales y la economía creativa en Iberoamérica, impulsando la innovación y la creatividad al servicio de la cultura y la competitividad para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.

El documento reconoce necesidades, retos y esfuerzos e identifica el papel de diversos componentes en términos de cultura que van desde las industrias culturales, la diversidad cultural, la protección y salvaguardia del patrimonio cultural material e inmaterial, la educación en artes, las iniciativas de cooperación cultural, los sistemas de información cultural, los mecanismos de participación ciudadana incluyentes, el fomento del libro y la lectura en la región, entre muchos más. El pliego contiene también 31 acuerdos.

Todas estas acciones y estrategias desde el sector cultura son significativas para el cumplimiento de las metas y objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, pero quisiéramos enfocarnos sobre el tema de la lectura y las bibliotecas para hacer una breve reflexión crítica, ya que son una categoría importante en las construcciones de políticas públicas de desarrollo cultural.

Los ministros concertaron en que el año 2021 sea designado el Año Iberoamericano de las Bibliotecas. Esto significa que los ministros y autoridades de cultura de nuestros países reconocen el papel de las bibliotecas. También debemos destacar que muchos de nuestros países tienen buenos planes de lectura dignos de emular. Infortunadamente, en muchos otros, sobre todo en Centro América y el Caribe, no se ha atendido con pertinencia el tema de la lectura como parte de una política pública.

El caso de Panamá es verdaderamente lamentable. No se ha comprendido el valor que tienen las bibliotecas como equipamientos culturales y la lectura como instrumento de cambio. No se ha entendido el valor de las bibliotecas en la creación, la expresión y la convivencia; que son espacios donde se puede gestionar e imaginar el país que necesitamos, la libertad que valoramos y la democracia que precisamos; que son espacios de construcción ciudadana y cohesión social, de independencia y de encuentros con los otros.

Tenemos esperanza de que el nuevo gobierno visualice el tema de la lectura y las bibliotecas para que en el 2021 podamos sentirnos orgullosos de celebrar el Año Iberoamericano de las Bibliotecas. El trabajo no es fácil, porque se ha descuidado mucho el tema. Nos atrevemos a recomendar algunas propuestas.

La mirada articulada del Plan Nacional de Lectura (existe el documento), un plan que atienda a todos los sectores, no solo la educación; gestionar la Ley del Libro, la Lectura y las Bibliotecas (que existe); la revitalización del Consejo Nacional del Libro y la Lectura; la activación del Foro Nacional del Libro y la Lectura (estás dos últimas entidades que sean realmente funcionales) y, después de rescatar las anteriores: la creación de un Observatorio de la Lectura que permita hacer estudios y diagnósticos sobre el comportamiento lector.

El lema de la Cumbre “Innovación para el Desarrollo Sostenible: Objetivo 2030” destaca la innovación como motor de transformación de la sociedad e impulsor de la sostenibilidad. Sin embargo, los ODS y un verdadero desarrollo sostenible serán inalcanzables si uno de los principales derechos de las personas es ignorado: el derecho a leer y a tener bibliotecas dignas.

La Prensa, 02 nov 2019, Panamá.

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