Un plan de lectura es una iniciativa política y un proyecto
liderado por una institución cultural del Estado para concretar y fortalecer la
política pública de lectura mediante la concertación y la articulación de
esfuerzos adelantados por diversos actores de la sociedad civil organizada, la
empresa privada y la academia, entre otros.
Un plan de lectura tiene como propósito mejorar la realidad
de la lectura como práctica sociocultural; se desarrolla en un proceso que
incluye varias fases (diseño, desarrollo y evaluación) y debe entenderse como
una propuesta flexible que se ajusta y reconstruye en función de las realidades
sobre las cuales opera.
Todo plan de lectura debe estar respaldado por políticas
públicas participativas, y por lo tanto, estas políticas deben traducirse en
acciones concretas. En este sentido, los planes forman parte de una dimensión
operativa compleja y son poderosos instrumentos para llevar a la práctica los
acuerdos, los consensos, las decisiones y las orientaciones tomadas en el marco
de la política pública.
Estas características las reúne el plan nacional de lectura:
Para leer Panamá, que creó el INAC en el año 2007.
Este documento tiene seis ejes de acción: acciones
orientadas a apoyar el desarrollo de la lectura en un tema prioritario en la
política cultural pública; acciones para la formación de actores en promoción
de lectura; estímulo a la creación de materiales de lectura; acciones para
fortalecer las bibliotecas públicas; acciones para fortalecer la lectura y la
escritura en el sistema educativo, y medios de comunicación y la lectura.
De estos seis ejes es prioridad reconocer la contribución
fundamental de las bibliotecas en el desarrollo de la educación. Un país sin un
sistema de bibliotecas eficiente, con los recursos y la infraestructura
necesarios para poder cumplir con la misión para la que han sido verdaderamente
creadas, no puede considerarse desarrollado en términos de educación.
Las bibliotecas, más allá de ser un depositario de la
información para los usuarios, cumplen con un compromiso cívico y democrático,
y juegan un papel importante en la construcción de ciudadanía. Urge que el plan
nacional de lectura trabaje articuladamente con las bibliotecas.
Carlos Fong | La Prensa, 06 julio de 2019.
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