sábado, 30 de abril de 2022

De la utilidad pública de la poesía (la lectura)

Por Carlos Fong

El pasado 25 de abril, en el marco del Día Nacional del Escritor, el poeta Manuel Orestes Nieto recibió la Condecoración Rogelio Sinán; una distinción que se otorga a un escritor o escritora por los méritos de la obra de toda una vida. La medalla fue impuesta por el presidente de la república Laurentino Cortizo Cohen. Queremos hacer una reflexión en torno a las palabras que el poeta dio aquella noche. Es un discurso que pensamos es valioso por las valoraciones y aciertos que encierra.

La disertación contiene varios planos o miradas que permiten comprender la relación de la poesía, la cultura y la lectura con la sociedad. Esas miradas son: La infancia como revelación de la poesía; la poética de la memoria; la epopeya de la interoceanidad; la ciudadanía de la poesía para reparar el país roto; la poesía como recuperación de la soberanía; el valor del libro, la educación y la cultura como esencia de la nación. Estos podrías ser los ejes temáticos del discurso del poeta.

Percibimos a primera vista una postura y cosmovisión de la poesía que para Orestes es la misión de la poesía, su arte poética: El arte de la poética es un rito. Una salutación.  La soledad acompañada donde se talla lo que el corazón dicta.  Es la música que surge del imponente altar del amor. El abrazo que conmociona. La lágrima vencida por la ausencia.  La impotencia por los que mueren. La muda voz del dolor”.

La evocación de la infancia, su revelación y el encuentro con la cultura a través de la figura de Rogelio Sinán son otros elementos implícitos en el discurso del poeta. Este encuentro con la cultura le permitió al poeta entender que la poesía es “una comunión de múltiples seres, nacimientos y resurrecciones, es la suma de hechos ardientes de la vida misma”.  El descubrimiento de la utilidad pública de la poesía que para el poeta está basada en la fuerza y la ternura, para servir a otros.

Otra exploración que hace el poeta es la reflexión de la poética de la memoria. Nos habla del registro de la realidad que custodian “las pupilas de nuestros ancestros, la marcha de una caravana humana y cuya historia está escrita en la piel y las espumas de los mares que nos circundan”. Esto lo lleva a pensar en otro tema: la epopeya interoceanidad. La relación de la patria con el mar (el agua/la poesía) que lo ha llevado a escribir su obra, porque “el borde de los océanos es nuestro hogar.  Los panameños somos el caracol y su laberinto sonoro.   Aquí oramos y blasfemamos, con los ojos inyectados de esperas, soledades y alegrías encendidas”. 

Queremos sintetizar en los siguientes párrafos las últimas categorías de pensamiento que se destacan en el discurso del poeta santanero. La literatura (la cultura) para reparar el país fracturado.  El poeta hace referencia a ese país roto que lucha por curarse de sus heridas y desde donde él escribe buscando “la ausente y la anhelada soberanía sobre nuestra tierra”. “La poesía es también ciudadana”, dice el poeta. La literatura ayuda a construir ciudadanía porque ella misma es sujeto/ciudadano. La poesía es el genoma contenido en la célula de la organización social. 

El valor del libro y la educación; es decir, la cultura como esencia de la nación. Tal vez la parte más pulsante del discurso del poeta porque toca una herida y nos sugiere el ideal de país que todos deberíamos anhelar. “Somos uno de los países más desiguales del mundo”, dice el poeta. Esa brecha se puede reparar con la educación y la cultura. “Es con la educación con la que se hace una sociedad. Ese es el secreto más público de todos los secretos”.

El valor del libro y la lectura es lo más resaltado en el discurso.  El poeta destaca que la Ley General de Culturacontiene las herramientas para dar un salto cultural y ello incluye a la lectura desde la niñez. Tener un Plan Nacional para el Fomento del Libro y la Lectura, generará frutos asombrosos.  Debe procurarse su expansión por todo el país”.

Por todo el país significa que un Plan Nacional de Lectura debe ser integral para todos y debe ir más allá de la escuela donde, sin duda,  es vital empezar, pero no podemos olvidar a los otros: grupos étnicos o identitarios, la primera infancia, mujeres lactantes, poblaciones  LGTBIQ+, personas con discapacidad, personas en asilos, hospitales, albergues, cárceles, instituciones; personas víctimas de violencia de género, migrantes, población reinsertada, jóvenes en riesgo, jóvenes sin actividad fija, personas sin vivienda, personas desplazadas de territorios de violencia. Todos.

Un plan de lectura debe ser una estrategia nacional que articule a todo el país, al sector privado y público; debe ser una brújula, un mapa que sirva de guía y donde la escuela, la biblioteca pública, la biblioteca escolar, los centros culturales, las casas de cultura, los museos, todos juntos, respondan a esa educación que Manuel Orestes Nieto evoca: “Una educación integral, solidaria, humanista, en el aula, en la ciudad, en la cordillera y en tierras remotas.  Este es el camino”.   

 La Prensa, 30 de abril de 2022.

No hay comentarios:

A los 20 años de Redplanes

La Red Iberoamericana de Responsables de Políticas y Planes de Lectura - Redplanes, cumplió 20 años. Redplanes es una red conformada por los...