Recientemente estuvo en Panamá Patricio Rivas Herrera, quien es un especialista en gestión cultural del Convenio Andrés Bello. La oportunidad de tener una discusión, en torno al tema de la cultura en nuestros países y de cómo se puede repensar el concepto de América Latina en el marco de las nuevas tensiones que se hacen presentes con la globalización, fue interesante.
El señor Rivas dijo, acertadamente, que el tema de la cultura no se limita únicamente al sector del arte y que el desarrollo cultural está vinculado al tema de la salud (el cuerpo). Ya en otras ocasiones hemos tenido la oportunidad de decir que el concepto de desarrollo cultural es un proyecto de vida y que en Panamá estamos muy lejos de entenderlo así; al menos desde las esferas donde se toman decisiones en torno a las políticas económicas y sociales.
Dos ejemplos bastan para sustentar nuestra opinión: el problema de los diablos rojos (transporte de uso colectivo en Panamá) y el tema de las pandillas de jóvenes. En ninguno de los dos casos se ha consultado al sector cultura y dudo mucho de que lo hagan, por la sencilla razón de que no existen políticas de desarrollo cultural para atender estos temas. Y esto sucede porque no se ha invertido los recursos para la investigación y la formación de gestores culturales. Espero no llenar el ambiente de pesimismo. Es nuestra opinión que solo busca abrir un debate, una discusión sana.
Carlos Fong
El señor Rivas dijo, acertadamente, que el tema de la cultura no se limita únicamente al sector del arte y que el desarrollo cultural está vinculado al tema de la salud (el cuerpo). Ya en otras ocasiones hemos tenido la oportunidad de decir que el concepto de desarrollo cultural es un proyecto de vida y que en Panamá estamos muy lejos de entenderlo así; al menos desde las esferas donde se toman decisiones en torno a las políticas económicas y sociales.
Dos ejemplos bastan para sustentar nuestra opinión: el problema de los diablos rojos (transporte de uso colectivo en Panamá) y el tema de las pandillas de jóvenes. En ninguno de los dos casos se ha consultado al sector cultura y dudo mucho de que lo hagan, por la sencilla razón de que no existen políticas de desarrollo cultural para atender estos temas. Y esto sucede porque no se ha invertido los recursos para la investigación y la formación de gestores culturales. Espero no llenar el ambiente de pesimismo. Es nuestra opinión que solo busca abrir un debate, una discusión sana.
Carlos Fong
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